Adolescentes y problemas de conducta
¿Por qué aparecen problemas de conducta en la adolescencia?
La adolescencia es una etapa vital difícil para la persona, porque se mezclan muchos y diferentes sentimientos. Esto llevo a un proceso de gran vulnerabilidad en el desarrollo. Aparecen grandes deseos de experimentar, al salir al mundo se busca conocer, poner en práctica habilidades de la persona, donde en ocasiones puede arrastrar, sin darse cuenta, a asumir riesgos y situaciones conflictivas. Éstas llevan al adolescente a la situación de tomar decisiones, muchas veces sin conocimiento al respecto, para lo cual tienen que desarrollar un pensamiento más crítico y cierta autonomía e independencia.
Pero esto último, resulta complicado y puede desembocar en la ruptura de las normas establecidas, principalmente las normas de casa. Con esto, se inicia un proceso de conflictividad, al chocar y mostrarse en oposición el/la adolescente frente a las figuras adultas del hogar, con respecto a los valores y principios establecidos. Esta difícil situación lleva a generar sentimientos en los jóvenes de no verse entendidos o representados, y, por tanto, alejarse y rehuir de las figuras adultas a las que cuestionan y pueden llegar a desconfiar.
Desde nuestro centro de A tiempo Adicciones, y teniendo en cuenta dicha situación, trabajamos estos aspectos desde el ámbito de la psicología, con tratamientos de prevención del consumo de drogas, centro de día, adicciones, problemas de conducta, terapia de familia, terapia individual y grupal.
¿Qué son los problemas de conducta?
El trastorno de la conducta es una alteración del comportamiento, a veces se diagnostica en la infancia. En la adolescencia y el período complicado que representa, se suelen dar situaciones de conflictividad entre padres e hijos. Se caracteriza por un comportamiento antisocial que transgrede las normas y reglas que son adecuadas para su edad. Estas conductas aparecen por el contexto que rodea a los adolescentes y aspectos más internos de la persona, como genéticos, por ejemplo. Ejemplos de ello son las ideas que tiene la familia, el modo de crianza, cómo socializarse con los demás, la educación que ha recibido, todo ello forman una serie de factores que van influyendo de manera muy importante en la vida del adolescente.
Cuando se intentan establecer límites ante estos comportamientos, la respuesta del adolescente pasa por diferentes periodos, y es fundamental la comprensión y el tiempo para regularse, pero cuando ya se ha desarrollado un problema de conducta tiene un trasfondo más psicológico.
La diferencia data precisamente en que son conductas conflictivas que afectan a varios ámbitos, sobre todo el escolar, el social y el familiar. Otro punto característico es que no se presentan de manera aislada, sino que se mantienen durante un tiempo. Los trastornos de conducta más habituales son:
- Trastorno disocial: Se trata de adolescentes que, de forma recurrente, violan las reglas de la sociedad y los derechos de los demás.
- TDAH: Se trata de un trastorno que tiene asociado un déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad. Los pacientes que manifiestan, sobre todo, la hiperactividad y la impulsividad tienen más posibilidades de presentar un trastorno de conducta debido a sus problemas con el autocontrol.
- Consumo de sustancias: el/la adolescente también puede presentar un problema de adicción o abuso a diferentes sustancias, que acaba manifestándose con problemas de conducta.
- Trastorno negativista desafiante: Como su propio nombre indica, el adolescente tiene comportamientos negativos y desafiantes hacia sus figuras de autoridad, sea cual sea el contexto. Además, presentan una gran irritabilidad y enfado.
La adolescencia y los problemas de conducta
En un período de cambio como es la adolescencia, es importante poder valorar qué conductas o situaciones se deben a las características propias de la etapa evolutiva y cuáles no. Entendiendo que esto puede ser complicado, surge una situación en la que consultar con un profesional es necesario. El trastorno de conducta puede venir acompañado o derivado de otros problemas que estén ocurriendo en la vida del adolescente y pasen más desapercibidos. Por ello es importante valorar todas las circunstancias que rodean a la persona.
- Trastorno de conducta derivado de consumo de sustancias.
- Trastorno de conducta como síntoma de otras patologías.
- Trastorno de conducta como patología propia.
¿Cuáles pueden ser las causas de los problemas de conducta?
Debido a la multicausalidad que precede a un trastorno de conducta, a continuación siguiendo la teoría de la vulnerabilidad-estrés, que explica que para desarrollar un problema psicológico, además de tener una posible predisposición genética, es necesario que la persona se desarrolle en un ambiente que precipite la aparición de dichos problemas, os presentamos características comunes que suelen estar presentes en el entorno de un adolescente con problemas de conducta:
- Si los hijos se sienten queridos y apoyados por parte de sus padres, hay menos posibilidades de que tengan problemas de conducta. Respecto a este punto, hay que matizar precisamente el concepto de “sentirse”. No quiere decir que los adolescentes no sean queridos por sus padres, sino que ellos no lo perciben así.
- Los límites bien establecidos desde edades tempranas y que van evolucionando en libertad según los resultados previenen los problemas de conducta.
- Las dificultades en la comunicación entre los miembros de la familia favorecen los problemas de conducta, especialmente en lo referente al mundo interno y emocional del adolescente.
Con relación a las características de los adolescentes y las causas personales que han podido desembocar en un problema de conducta nos encontramos con lo siguiente:
- Impulsividad
- Inestabilidad afectiva
- Dificultad en las habilidades sociales
- Consumo de sustancias
- Baja autoestima
- Mala gestión emocional
¿Cómo podemos detectar problemas de conducta en adolescentes?
Un punto importante es diferenciar entre mala conducta adolescente y problemas de conducta en varios ambientes, no solo en el familiar. Los puntos que nos deberían hacer saltar las alarmas son los siguientes:
- Consumo de sustancias
- Mentira (indiscriminada e incluso por cosas sin importancia)
- Absentismo escolar
- Problemas con la ley: peleas y multas.
- Fugas de casa tras conflicto.
- Agresión a familiares
- Autolesiones
- Aislamiento
- Intentos autolíticos
- Bajada de notas en el colegio
- Robos
- Cambio de amistades
Tratamiento para adolescentes con problemas de conducta
Dentro de las diferentes formas de tratamiento, en Atiempo, ofrecemos tratamiento a nivel ambulatorio y tratamiento intensivo en nuestro Centro de Día, este último está pensado para aquellos adolescentes que no están escolarizados o muestran problemas de conducta de mayor severidad, necesitando una mayor atención de sus necesidades. En él se ofrece terapia de grupo diaria y seguimiento individualizado en terapias individuales con el adolescente y la familia. Además, contamos con comedor y gimnasio terapéutico, siempre monitorizados por profesionales del equipo técnico. Ambos tratamiento incluyen atención familiar integral, con el objetivo de ayudar al resto de miembros de la familia a manejar adecuadamente las dificultades derivadas de la situación actual del adolescente. También se fomentará realizar un cambio generalizado de las dinámicas familiares arraigadas que han fomentado y perpetuado durante años, circunstancias que han favorecido la aparición de los problemas de conducta.
¿Cómo podemos ayudar a adolescentes con problemas de conducta en Atiempo Adicciones?
En Atiempo sabemos que la adolescencia es una etapa complicada en la que entender al niño/a que comienza a ser adulto es difícil, por ello sabemos que establecer un buen vínculo con ellos es indispensable para que los cambios sean efectivos.
Para nosotros resulta muy importante incluir a toda la familia en el tratamiento. Ya que no solo sufre el adolescente sino que todo su entorno se resiente.
Lo más importante es que los adolescentes entiendan que hay unos límites que se tienen que cumplir para que todo lo demás empiece a mejorar. Se trata, precisamente, de ir concediendo privilegios. Siempre de forma progresiva y en función del uso responsable que haga el adolescente de estos.
Por otro lado, y no menos importante, es necesario reeducar en qué focalizan la atención los padres. En un momento tan delicado como en el que se encuentran los adolescentes, es necesario que tanto los profesionales como la familia se unan para trabajar en equipo. Deben concentrarse en los esfuerzos y cambios conductuales que realizan y retoman: ayuda en casa, retomar buenas amistades, asistencia al colegio, por ejemplo. En este momento muchas veces los padres pueden caer en el error de pasar por alto estos cambios y centrarse en aspectos de forma. Como pueden ser la indumentaria y sus aficiones, y eso, en un momento tan complicado, puede resultar contraproducente.
Si consideras que tu hijo o familiar puede tener un problema de conducta, no dudes en contactarnos. La primera consulta es gratuita y en ella, una vez valorado el caso, te haremos una propuesta terapéutica que se adapte a vuestras necesidades.